Luisana Brito.- “Un motor pasó de Bs. 55 mil a 350 mil bolívares, eso es mucho para nosotros, no aumentamos los servicios por caprichos, sino porque en realidad no podemos con los gastos”, dijo uno de los cisterneros que se encontraba en el llenadero de Marapa Piache, en Catia la Mar.
Explicó que la escasez y altos precios de los cauchos, pastillas de frenos, ballestas, entre otros repuestos, es la principal causa para que aumenten los fletes, además de las necesidades que pasan a diario para poder llenar.
“Cada vez la situación empeora y nosotros también tenemos que llevar el pan a nuestras casas. Aquí amanecemos para ser de los primeros en salir; muchas veces tenemos que comer en la calle, porque no podemos cargar con la comida dentro del camión, y son más gastos”.
Destacó que en ocasiones tienen que pagar “vacunas” para cargar. “Aquí (Marapa) solo le pagamos el ticket a los operadores de Hidrocapital a 50 bolívares, pero en el llenadero de El Caney del Chivo los compañeros tienen que pagarle una vacuna a los milicianos, para que les dejen hacer la cola y cargar el camión”.
Para estos trabajadores, algunos días son buenos otros no tanto. “Los que tienen el camión en óptimas condiciones pueden ir hasta Picure, pero es un riesgo que no todos nos atrevemos a correr, sobre todo en la subida de Vista al Mar-Arrecife, son 10 mil kilos lo que hay que subir”. LB/ mp