Desde la visión del doctor Eduardo Quintana, presidente de Fedecámaras Vargas, el cierre de la frontera entre Colombia y Venezuela, decretado por el ejecutivo Nacional el pasado mes de septiembre “fue un fracaso económico y social”, pues creó un cerco económico que en vez de optimizar el abastecimiento y la producción, tuvo el efecto contrario.
Explicó que una gran cantidad de fábricas textiles, que eran sinónimo de fuente de empleo y también eran fuertes contribuyente para el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera, se vieron afectadas por el cierre fronterizo, dejando un vacío en esta área que beneficiaba a pequeñas y medianas empresas.
De igual forma, indicó que se dejaron de cubrir muchas necesidades desde el punto de vista social, ya que tras la suspensión del paso por la línea colombo-venezolano, muchas familias se vieron separadas, sin viviendas y sin empleos.
Expresó que, contrario a lo que esperaba el Gobierno nacional, la situación de escasez de productos alimenticios de primera necesidad no ha mejorado tras el cierre de la frontera, pues “el proceso no era de despojo industrial, sino un asunto de producción”.
Finalizó expresando la necesidad de no solo abrir la frontera hacia Colombia, sino proceder a trabajar en función al aparto productivo, entablando conversaciones con los grandes productores y empresarios que puedan invertir en el país. MN/ep