Rómulo Herrera
¡Viene una escasez mundial de alimentos!
Y en Venezuela no estamos preparados, no nos estamos preparando y, lo que es peor, el gobierno no acciona para prepararse para ese problema inminente.
La escasez es inevitable por varios factores derivados de la invasión de Rusia a Ucrania. En primer lugar ambos países son importantes exportadores de alimentos; en segundo lugar la caída en la exportación de gas y petróleo va a provocar una seria disminución de la producción de fertilizantes nitrogenados y su consiguiente encarecimiento, lo cual va a alejar aún más las probabilidades de la compra de excedentes de alimentos de otros países, para llenar la bolsa CLAP, como ha venido haciendo el gobierno desde siempre.
Entonces, es el momento de respetar y hacer cumplir la palabra del presidente Nicolás Maduro, quien prometió a comienzos de año, ratificando lo que ya había prometido varias veces, que se iban a sustituir los productos importados de la bolsa por productos nacionales.
Eso no se está cumpliendo
Pero debería cumplirse, porque muy bien sabe el gobierno que comprar productos importados es favorecer a las industrias de otros países, en perjuicio de las industrias nuestras y del empleo de mano de obra venezolana.
Cuando en el país había gran capacidad adquisitiva y se compraban productos importados de todo tipo, a pesar de los aranceles, es decir los impuestos adicionales que había que pagar; se promovió el “Hecho en Venezuela” y también el “Compra Venezolano”. Por supuesto eso surtió efecto y favoreció el nacimiento de miles de empresas y el fortalecimiento de las ya existentes, con generación de miles de empleos.
Ahora, cuando es el propio gobierno el que favorece las importaciones y aun más, el que decreta la suspensión de impuestos a las importaciones, y lo que es peor trae directamente alimentos importados, justo es que rectifiquen y de verdad se aplique lo que el Presidente ordena, pero, al parecer sus funcionarios no obedecen: comprar los alimentos del CLAP a los productores venezolanos.
¡Que comiencen por el estado Vargas o La Guaira!
Aquí tenemos tierras fértiles y manos acostumbradas a trabajar y producir, pero por favor, necesitan apoyo.
Apoyo real, efectivo: que rescaten las vías agrícolas de Carayaca, El Junko, Caruao, que ya encontraron hechas hace 23 años y ni siquiera le han podido hacer mantenimiento. Salven la patria y salven la honrilla revolucionaria: brinden mantenimiento, rescaten esas vías y apoyen con lo mínimo a esos productores del campo que una vez confiaron y algunos aun confían en la revolución, como factor de cambio para el progreso, el desarrollo y la justicia social.
Reabran AgroPatria, ustedes recibieron una empresa floreciente que hizo millonarios a sus antiguos dueños, quienes le dejaron al gobierno, una superestructura en pleno funcionamiento y que ustedes no han podido mantener.
Reactiven la venta de semillas, fertilizantes, maquinarias que vendía Agro Isleña. Que alguien, un amigo del gobierno, reciba lo que queda de esa empresa arruinada por la mala administración, con el compromiso de reabrirla y prestarle un servicio a los productores de alimentos; esos héroes que son marginados en Venezuela, cuando en otros países forman par- te de un sector privilegiado con créditos a bajos intereses, excelente vialidad y apoyos de todo tipo.
¿Recuerdan cuando Venezuela era exportador de café, cacao, arroz?
En Calabozo se construyó un sistema de riego y se dotó a los productores de enormes y magníficas casas, con todos los servicios, amén de excelente vialidad. No, no es necesario que sea tanto, pero
lo menos que se debe hacer en esta emergencia, es darle apoyo a los productores del campo para que sus cosechas no se sigan perdiendo, como se están perdiendo.
Basta de indolencia. Ustedes señores del gobierno, pueden ayudarlos, ¡háganlo!
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