María Lourdes Arráez, mlalaverdad@gmail.com.- En el marco de la 65º convención anual de la Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia (Asovac) y del 12º Congreso Venezolano de Química, en los espacios de la Universidad Simón Bolívar, sede Litoral, científicos de todas las universidades del país están presentando sus trabajos de investigación desarrollados en el 2014.
En la Plaza Techada, aulas, biblioteca y en la Casa Colonial, se están presentando más de 400 investigaciones sobre tecnologías de alimentos, biología celular, biotecnología, educación, gerencia, economía, estudios ambientales, farmacología salud pública, medicina, química y tecnología, bajo el lema “Ciencia, tecnología e innovación, una luz para el desarrollo sustentable”.
Las conferencias centrales son “Los retos que debe enfrentar Venezuela para lograr un desarrollo sostenible” a cargo del ingeniero Arnoldo Gabaldón, “Sostenibilidad urbana ¿son las ciudades venezolanas sostenibles?” por el arquitecto Alfredo Cilento, “El reto de la transición energética y la sustentabilidad” por el doctor Juan Carlos Sánchez, “Las posibilidades de las energías renovables” e “Hidroelectricidad, un importante recurso limpio para Venezuela” por el ingeniero Fabián Flores y “La eficiencia energética, el recurso más económico” por Silvana Crispi.
En los espacios del Laboratorio de Alimentos y Bebidas, ubicado en la Casa Colonial, se están desarrollando conferencias sobre la gastronomía sustentable y la ciencia en el arte culinario, donde hoy se llevará a cabo una cena de gala a cuatro tiempos.
Urge reducir la vulnerabilidad urbana
En los espacios de la biblioteca de la USB Litoral, el arquitecto Alfredo Cilento explicó que debido al compromiso con un grupo de investigadores frente al secretismo sobre temas de calidad de vida, profesionales de la Universidad Central de Venezuela, Universidad Simón Bolívar y Universidad Católica Andrés Bello realizaron una encuesta nacional de hogares 2014 – 2015, donde se precisó que el 80% de la población venezolana está ubicada en la zona de mayor riesgo sísmico y sigue creciendo en zonas de más alta vulnerabilidad.
“El problema es crítico y no se está haciendo prácticamente nada, algunas universidades estudian el problema pero a la gente no le llega la información. Hay un círculo vicioso. La pobreza genera vulnerabilidad, la gente genera riesgos e insostenibilidad”. /mp