Las elecciones del 7 de noviembre en Nicaragua buscan perpetuar en el poder a Daniel Ortega, afirmó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en un informe que resalta un “clima de represión y cierre de los espacios democráticos en el país”.
El organismo afirma que el mandatario busca “mantener privilegios e inmunidades, en un contexto de represión, corrupción, fraude electoral e impunidad estructural”, por lo que consideró inviable un proceso electoral íntegro y libre.
El informe, titulado “Nicaragua: Concentración del poder y debilitamiento del Estado de Derecho”, nota especialmente que no se ha implementado ninguna de las medidas para promover elecciones libres planteadas por la Asamblea General de la OEA.
En su última reunión, en octubre de 2020, el órgano máximo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) instó a Nicaragua a impulsar una reforma electoral para garantizar la transparencia de los comicios, pero el régimen de Ortega rechazó la resolución.
El reporte de la CIDH destaca que este año fueron detenidas arbitrariamente más de 30 personas, incluidos 7 precandidatos a la presidencia, que permanecen privados de libertad.
Denuncia también la cancelación de las personerías jurídicas de tres partidos políticos, el “continuo hostigamiento” a las organizaciones civiles y de derechos humanos, y el acoso y la represión contra todo opositor.