Luis López
«Las medidas de bioseguridad en el transporte público están en cero, nadie las cumple: Choferes y usuarios se olvidaron del riesgo que tenemos con este virus mortal. Autobuses van abarrotados de gente sin tapaboca. Ni siquiera las autoridades hacen su trabajo», se queja una pensionada.
Informó que con carnet en mano hay peluches que gritan a los viejitos y a los discapacitados: «Pague el pasaje completo o espere otro carro», nos gritan.
Indicó que cuando ella como discapacitada se monta en los buses, no paga porque enseña su carnet para hacer valer su derecho, pero «hay oportunidades en que son hasta groseros con el usuario», comentó.
«Cuando estamos en la cola nos mandan para atrás y solo dicen La Guaira y los que vamos a Macuto o Caribe nos quedamos varados por mucho tiempo».