Luis López
«Una sola bomba para los buses a gasoil y una para los de gasolina no se dan abasto para atender al transporte público. Se requieren más bombas y que de una vez por todas se normalice el servicio para que mejore el transporte», expresó uno de los choferes que no quiso ser identificado para evitar posibles represalias.
Reiteró que no es posible que los choferes de Naiguatá tengan que venir a Pariata a surtir gasolina y se pretenda decir que todo está controlado cuando la realidad es que no hay gasolina para todos».
En un esfuerzo por evitar la cola de transportistas, se crearon cinco grupos para abastecer combustible, pero eso no resuelve la escasez y con 80 litros cada 4 días, no pueden regularizar el servicio.
Dijo que hay mucha gente en la calle y tienen que montarlas en los carros apiñados como animales, porque las paradas están a reventar y la gente se desespera.
«La solución a corto plazo es que se nos dote en más bombas y priorizar el transporte público. Que cada conductor pueda ir a cualquier hora a llenar su tanque sin estás restricciones que van en contra de los usuarios que pagan plantón y se desmejora el ingreso de los choferes, que estamos cada vez más empobrecidos y no se ven soluciones, sino la ley de la mordaza y la amenaza con quitarte los poquitos litros que se mendigan para salir a trabajar».
Reiteró que el problema de la escasez del combustible es responsabilidad de las autoridades y los choferes lo que quieren es salir a trabajar. «Esperamos que esto mejore en el corto plazo».