Luis López.- “Para el propietario de un autobús le es más rentable mantener el vehículo estacionado en su casa que ponerlo a trabajar. El costo de un caucho no baja de 300 mil bolívares y los ingresos no dan para cumplir un horario desde las 5:00 am hasta las 7:00 pm.”, expresó José Baños Pérez, presidente de la línea Guaicamacuto.
Informó que habían más de 500 busetas en la ruta y en la actualidad hay menos de 300. “No se puede dejar de trabajar, pero es imposible sobrevivir con estos ingresos. Aspiramos que el nuevo aumento del 15 de noviembre ayude en algo”.
Agregó que “no hay cauchos ni baterías, además es imposible que se usen chivas o reencauchados porque se expone la seguridad de los pasajeros. Necesariamente hay que comprar cada seis meses un neumático original”.
Comentó que hay choferes que ante la ausencia de buses han tenido que extender su horario de trabajo. “El servicio hay que cumplirlo y al pasajero no se le puede dejar varado”.
Hizo referencia a que han tenido una lucha constante con los invasores de ruta porque cobran con sobreprecio. “Laboran en las narices de la policía y la GNB sin recibir sanción. Llegan a las paradas de las líneas y les quitan los pasajeros a los afiliados. Ha sido difícil erradicarlos, ya que nadie hace nada al respecto”.
Por su parte, José Hernán, conductor, dijo que los fines de semana han estado flojos por la poca afluencia de playeros. “La situación económica está difícil para todos, ya casi nadie puede darse el lujo de venir a la playa”./yg