Tras el desalojo de centenares de migrantes, en su mayoría venezolanos, de una plaza de Iquique, a mediodía de este sábado comenzó la marcha de protestar contra la inmigración irregular y la inacción del gobierno ante la crisis.
“No queremos más inmigrantes ilegales en nuestra región” y “cierren las fronteras”, eran algunas de las consignas de los manifestantes, algunos de los cuales pidieron la renuncia de Miguel Ángel Quezada, el delegado presidencial de Tarapacá.
“Acá hay distintas miradas, porque lo que ha sucedido en la Región de Tarapacá tiene a toda la comunidad en un estado de desesperación, en un estado de crisis, y hay algunas personas que van a marchar porque se sienten agobiadas, pues en sus barrios se instalaron carpas, porque evidentemente habían niños, fecas, personas cocinando en condiciones de insalubridad total. Y la gran mayoría va a marchar porque ha habido total incompetencia del Gobierno», expresó una de las convocantes a CNN.
Agregó que no hay políticas públicas para enfrentar este problema, que “hay ineficacia”, y «las decisiones que se han tomado, y lo que se ha hecho, ha sido en forma muy inoportuna”.
Uno de los manifestantes expresó: “Aquí nosotros no somos xenófobos, ustedes hacen ver como que si Iquique fuera así y no es así. Son dos años con migrantes acá y las autoridades no han hecho nada. El delegado presidencial no es válido para nosotros. Aquí han existido robos, asaltos, violaciones extorsiones y sicariato. Eso es lo que no quiere la gente de Iquique”.
Uno de los coros que se pudo oír es “que se vayan los migrantes”. Los manifestantes aseguran que no se trata de xenofobia, sino que es una manifestación en “contra del Gobierno”.
Rechazo al desalojo
Nataly, una migrante venezolana que llevaba tres meses viviendo con sus cuatro hijos en la Plaza Brasil, expresó que su plan “nunca fue quedarse ahí”, pero que no tiene recursos para continuar su camino.
“Yo voy para Serena, donde un familiar que tengo allá, pero me voy a ir por escala y que sea lo que Dios quiera”.
Agrega que estaba reuniendo para viajar, pero no le alcanza: “El trabajo que conseguí sirvió para alimentar a mis cuatro niños”, limpiando los platos en un restaurante y haciendo el aseo en departamentos.
Con respecto al desalojo expresó: “Me pareció mal, porque Carabineros golpearon a los niños, tenemos videos de eso, y golpearon a embarazadas”.