El gobierno de Chile anunció que instalará varios albergues en el norte del país, para asistir a los cientos de migrantes venezolanos que se encuentran varados, tras cruzar la frontera por pasos ilegales, en la segunda mayor crisis migratoria del mundo.
El ministro de Interior, Rodrigo Delgado, explicó que los albergues estarán en las localidades fronterizas de Colchane y Huara, donde se les entregarán artículos de primera necesidad, pero también en Iquique, la primera gran urbe que los migrantes encuentran a su llegada desde Bolivia.
También se construirán centros para niños en colaboración con Unicef y el Hogar de Cristo, y se entregarán vouchers para que los migrantes puedan alojarse en hostales asociados a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
“Estimamos la atención de 3.600 niños, niñas y adolescentes y 5.400 adultos en los próximos 12 meses”, afirmó por su parte la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar.
“Han ingresado miles de personas, fundamentalmente venezolanos, aunque no es la única nacionalidad que ingresa, y para eso hemos definido un fortalecimiento de las medidas humanitarias”, dijo Delgado.
El paso fronterizo entre la pequeña localidad chilena de Colchane y Bolivia, una zona andina a más de 3.600 metros de altura sobre el nivel del mar, con temperaturas extremas y donde ya han muerto al menos 12 personas en 2021, se ha convertido en ruta habitual para que extranjeros lleguen a Chile de manera irregular.
Tras un pico de entradas en febrero, la crisis se ha agudizado en los últimos días con cientos de extranjeros vagando por distintas localidades.
El sábado, casi 5.000 iquiqueños protestaron con gritos xenófobos y quemaron carpas, ropa y coches de bebé de los migrantes, en acción que ha tenido repercusión mundial.