* Doblegó en los penales a una Argentina que perdonó
Rómulo A. Herrera Gil – Con un suave tiro a lo Panenka, Alexis Sánchez fabricó el gol con el que la selección de Chile dominó 4-1 en los penales a Argentina, para conquistar por primera vez en su historia la Copa América.
El escenario no podía ser mejor para la Roja: le regaló a los miles de fanáticos que plenaron el estadio Nacional de Santiago una celebración que habían anhelado durante décadas. «Es un sueño. Esta generación se lo merecía», dijo al borde de las lágrimas Arturo Vidal.
La defensa chilena no dejó a Argentina moverse con facilidad. Si bien los visitantes lograron algunas incursiones en el área chilena, el guardameta Claudio Bravo logró neutralizar los momentos de mayor peligro.
La Albiceleste se quedó sin Ángel Di María a los 29 minutos por lesión. El ariete del Manchester United fue sustituido por Ezequiel Lavezzi, quien al borde del descanso tuvo una inmensa oportunidad de abrir el marcador, pero su tiro fue detenido sin problemas por Bravo.
Por su parte, la ofensiva chilena mostró desde el vamos presión e insistencia, por lo que el duelo se desarrollo con ambos bandos entregados al ataque, aunque con muchas imprecisiones a la hora de definir.
El astro Lionel Messi solo mostró chispazos de su talento. Con Javier Pastore como asociado, el 10 del Barcelona no pudo hacer daño.
Argentina casi grita gol en los descuentos, pero una vez apareció la “pava” que pesa sobre Gonzalo Higuaín. Messi comandó un feroz contragolpe, Lavezzi dominó el balón y fabricó un centro rastrero que el “Pipita” se comió frente al arco con un chute más que errado.
“Era el momento de ganar”
En la prórroga el cansancio mostró sus afiladas garras y pese a las ganas, las piernas ya no daban para mucho.
Llegó la lotería de los penales y Chile picó adelante con tanto de Matías Fernández. Messi niveló por Argentina, pero Arturo Vidal le devolvió la ventaja a los anfitriones.
Llegó el chance de Higuaín para redimirse, pero el delantero del Napoli la mandó para la luna. Charles Aránguiz marcó el 3-1 y Ever Banega puso al borde del abismo a la Albiceleste cuando su predecible disparo fue detenido por Bravo.
Llegó el momento de la verdad para Alexis. Con sangre fría, el artillero del Arsenal disparó como en cámara lenta y la pelota fue mansamente a besar la red con el gol que convirtió el estadio de Santiago en una monumental fiesta.
«Era el momento de ganar, había que dejar la historia negativa atrás», expresó Bravo. «El pueblo chileno necesitaba el triunfo, algo así tan hermoso como ser campeón de América es lo que necesitaba este país», agregó Vidal.