El Chelsea se impuso 2-0 al Real Madrid este miércoles para meterse en la final de la Champions League, donde se enfrentará en un duelo inglés al Manchester City, vencedor el martes ante el PSG.
Timo Werner abrió el marcador (minuto 28) y Mason Mount hizo el 2-0 (85) para volver a llevar al Chelsea a una final europea, casi diez años después de que alzara la Orejona en 2012.
Tras el empate 1-1 de la ida, el equipo merengue llegó a Londres obligado a atacar y a marcar, pero se encontró con un Chelsea que cerraba bien atrás y que apretaba adelante, impidiendo el juego de los españoles.
Los blancos no lograron encontrar los huecos en el dispositivo defensivo del Chelsea, que aprovechaba sus robos en el centro del campo para salir en velocidad y sorprender al Real Madrid con N’Golo Kanté de catalizador.
Los robos del francés en la medular serían claves en los dos tantos que sentenciaron a los merengues. En el primero descargó sobre Kai Havertz que disparó al larguero, pero el rebote lo cabeceó Werner a puerta vacía para hacer el 1-0 (28).
El equipo blanco pudo irse al descanso con el empate, pero Edouard Mendy sacó una buena mano un cabezazo de Karim Benzema (35) en el único ataque peligroso del Madrid en la primera mitad.
En el segundo tiempo, los blancos no bajaron los brazos, pero a cinco minutos del final, tras otro robo de Kanté, Christian Pulisic puso un balón atrás para Mount que fusiló en boca de gol para hacer el 2-0 definitivo.
El Chelsea ahora buscará su segunda Orejona frente al Manchester City el 29 de mayo en Estambul, aunque con una final inglesa no se descarta el estadio londinense de Wembley como escenario sustituto al no haber presencia de público.