La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) presentó este miércoles su protocolo para la prevención de abusos sexuales y aseguraron que las autoridades eclesiásticas sancionarán a los sacerdotes y miembros de la iglesia con delitos comprobados.
A través de una rueda de prensa, el vicepresidente de la institución, monseñor Mario Moronta, emitió su opinión tras el reportaje publicado por el diario estadounidense The Washington Post que reveló que sacerdotes venezolanos acusados y condenados por pederastia no cumplieron su pena en prisión y volvieron a ejercer dentro de la Iglesia católica.
“Nos sentimos profundamente consternados y dolidos ante las situaciones de abusos que se presentan“, expresó Moronta.
Asimismo reiteró el compromiso de “promover la dignidad de los niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables“; así como de protegerlos y ofrecerles ambientes seguros. Agregó que las agresiones “constituyen un delito grave y pecado contra la vida”.
Además recalcó que los obispos no opondrán resistencia “a la actuación de los organismos competentes de la justicia civil en esta materia de abusos”.
En medio de la presentación, explicó se están realizando diversas iniciativas “orientadas a brindar información y formación sobre la cultura del buen trato”: “Nos hemos comprometido a hacer de nuestras instancias de Iglesia lugares seguros para todos”; expresó.
Recordó que la Conferencia Episcopal Venezolana dispone de líneas-guías de actuación “entre presuntos abusos cometidos por clérigos y agentes de pastoral” y que éstas fueron renovadas.
“En nuestras diócesis, institutos religiosos, centros educativos y sociales, hemos venido estableciendo mecanismos para recibir denuncias de presuntos abusos. Estamos actualizando códigos preventivos de conducta y protocolos de actuación para los que prestan sus servicios en el ámbito eclesial”, comentó.
Confirmó que entre los lineamientos se constituyó una Comisión de Prevención con expertos de la materia, con el fin de atender las denuncias de presuntas agresiones.