“Es inmoral realizar elecciones cuando el pueblo sufre las consecuencias de la pandemia, carece de las condiciones mínimas para su subsistencia, y no existe transparencia en las reglas y mecanismos de verificación que deben regir un proceso electoral”, expresó en un comunicado la Conferencia Episcopal Venezolana tras una reunión de Comisiones Episcopales realizada de manera virtual entre el 13 y el 15 de octubre.
Los obispos y arzobispos advierten que las legislativas del 6 de diciembre, lejos de contribuir a la solución democrática de la grave crisis política, tiende a agravarla. Resaltaron que deben realizarse unas elecciones presidenciales transparentes, ya que consideran que las de mayo de 2018 estuvieron signadas por condiciones ilegítimas que han dejado al gobierno de Nicolás Maduro como un poder de facto.
“Tanto el oficialismo como la oposición no presentan un proyecto de país que logre reunir y convencer la voluntad mayoritaria del pueblo venezolano de vivir en justicia, libertad y paz. Venezuela reclama a gritos un cambio de actitud en toda la dirigencia política”, enfatiza el documento.
Hicieron un llamado tanto al oficialismo como a la oposición a «tomar en cuenta la dignidad de las personas, sobre todo de los más vulnerables. La prioridad es la gente, el bien común, y no los intereses personales o de grupos, sean estos de una u otra ideología política”.
«Basta de abusos»
La CEV condenó la represión y maltrato del que son víctimas los venezolanos y asegura que lo recogido en los informes del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y la Misión de Determinación de Hechos Sobre Venezuela “se queda corto”.
«La dignidad de las personas es ampliamente irrespetada en nuestro país y muchas de las situaciones que se sufren constituyen crímenes de lesa humanidad. Es de justicia, por tanto, que los responsables de las ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y torturas sean juzgados, y que las instituciones del Estado actúen, conforme a derecho, para que estos hechos abominables no se produzcan de nuevo, rompiendo el ‘círculo infernal’ de su carácter sistemático”.