Cerro Caído está cerquita del poder, a apenas 200 metros de la Casa Guipuzcoana, desde donde despacha el gebernador Terán y de la sede de la Alcaldía, pero… “Desde hace 20 años aproximadamente no recibimos ni la más mínima ayuda de parte del Gobierno”, afirmó un vecino.
¿Sus prioridades? Ni agua, ni luz, ni gas… Necesitan la reparación y construcción de las caminerías y escaleras, puesto que la mayoría se encuentra en muy mal estado y otras desaparecieron totalmente.
Destacan la necesidad de estos pasos peatonales y que se han ido deteriorando sin que alguna autoridad mande una cuadrilla de trabajadores a repararlas.
“A Cerro Caído lo catalogan como una zona de alto riesgo, pero nosotros no tenemos ningún lugar adonde ir. Somos muy pobres, carecemos de recursos. Vivimos aquí por las circunstancias adversas de la vida, pero, la verdad es que aquí vivimos con mucho miedo y cada vez que llueve nos encomendamos a Dios y todos los santos. Por eso le pedimos al gobernador Terán y al alcalde Suárez, que son nuestros vecinos, que no nos dejen solos, que nos ayuden», expresó un habitante de esta comunidad.MM/jd