La variante británica del coronavirus detectada por primera vez en septiembre en el Reino Unido y conocida como B.1.1.7 podría estar asociada con un incremento del 61% del riesgo de muerte en adultos, indica un estudio publicado este lunes.
Un equipo de científicos dirigido por Nicholas Davies, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, llegó a esta estimación después de analizar 2.245.263 casos de covid-19 y 17.452 muertes por el virus en Inglaterra entre septiembre y febrero.
Hasta ahora se había comprobado que la B.1.1.7, como otras variantes de riesgo, era más transmisible, pero esta información sobre su efecto en la tasa de mortalidad, que requiere de más estudios, puede tener consecuencias en la gestión de la pandemia, apunta la revista médica.
Al vincular las pruebas y los fallecimientos asociados a la variante británica, los expertos estimaron que el riesgo de muerte en esos casos era superior que para las personas infectadas con otras formas del virus, una vez ajustados otros factores como edad y sexo.
“Nuestro estudio sugiere que la B.1.1.7 no solo es más transmisible que otras variantes preexistentes de SARS-CoV-2, sino que también puede causar un enfermedad más grave”, apuntan.