Celine Dion tuvo una presentación triunfal en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos
Desde la Torre Eiffel.
Casi dos años después de revelar su diagnóstico de síndrome de la persona rígida, Dion cantó “Hymne à l’amour” (“Himno al amor”) de Edith Piaf como el final del espectáculo de aproximadamente cuatro horas. Su aparición había sido objeto de especulación durante semanas, pero los organizadores y los representantes de Dion se habían negado a confirmar si iba a actuar.
En una página dedicada a las contribuciones de Dior a la ceremonia de apertura, la guía de medios se refirió a “una estrella mundial, para un final puramente grandioso y magníficamente brillante”.
Dion llevaba ausente de los escenarios desde 2020, cuando la pandemia de coronavirus obligó a posponer su gira a 2022. Esa gira finalmente se suspendió a raíz de su diagnóstico.
El raro trastorno neurológico causa músculos rígidos y espasmos musculares dolorosos, que afectaban la capacidad de Dion para caminar y cantar. En junio, en el estreno del documental “I Am: Celine Dion”, le dijo a The Associated Press que regresar requería terapia, “física, mental, emocional y vocal”.