A 15 días del cierre de la frontera entre San Antonio del Táchira y Ureña, la Cámara de Integración Económica Venezolano Colombiana (Cavecol) mostró su preocupación por la restricción del paso entre Venzuela y Colombia, y llamó a trabajar por un futuro próspero para la frontera común.
“El trabajo mancomunado rendirá mayores beneficios para ambas naciones en vez de un cierre indefinido que actualmente paraliza casi la totalidad del comercio legal y formal, implicando altos costos logísticos”.
Comunicado completo:
Venezuela y Colombia son dos naciones hermanas, unidas por una historia común, similitud cultural y cercanía geográfica que facilita un comercio bilateral complementario, caracterizado por la movilidad continua de sus pobladores que conforman una de las fronteras más vivas del continente americano.
En este sentido, desde la Cámara de Integración Económica Venezolano Colombiana (Cavecol), observamos con preocupación el cierre indefinido de una frontera que, más que una línea que separa a un país de otro, engloba la cultura del ciudadano fronterizo y de las empresas que hacen vida en ella; así como una extensa región donde cerca de 5 millones de personas, forman parte de esa activa y vibrante zona, siendo sus ciudadanos venezolanos o colombianos, quienes viven de un lado de la frontera y trabajan o estudian del otro.
Este dinamismo que representa la cultura binacional, lo podemos ver en los ciudadanos fronterizos, en los venezolanos hijos de colombianos que adoptaron a Venezuela como su hogar y viceversa, inclusive en el comercio entre ambos países que durante toda su historia ha sido complementario. Ese intercambio comercial que durante el primer semestre cayó 38%, hoy se ve más afectado por el cierre que ya hace quince días se ha venido ejecutando en la frontera entre el Estado Táchira y el Departamento Norte Santander, lugar por donde transita cerca del 60% del comercio formal binacional.
De esta manera, se evidencia que el impacto negativo en lo económico y social es profundo, pues las razones que motivan la medida como el contrabando y la acción de grupos irregulares siguen existiendo y continúan empobreciendo a ambas naciones, y la medida de cierre no soluciona dichos flagelos, pero si acentúa el deterioro económico, social y cultural de nuestra frontera. Consideramos de suma importancia la concertación conjunta de una serie de políticas orientadas a la promoción del comercio formal y el empleo digno en pro del mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de frontera, que son ciudadanos decentes y trabajadores en su gran mayoría.
En Cavecol estamos seguros que trabajando en conjunto será posible construir un futuro próspero para nuestra frontera común, el trabajo mancomunado rendirá mayores beneficios para ambas naciones en vez de un cierre indefinido que actualmente paraliza casi la totalidad del comercio legal y formal, implicando altos costos logísticos.
Es por esto que desde Cavecol, como gremio binacional, estamos abiertos a colaborar con ambos gobiernos para tender puentes que faciliten el entendimiento en la búsqueda de soluciones, aspecto que urge no sólo al sector empresarial, sino también a las personas que hacen vida en la frontera. Vemos con optimismo el llamado a reuniones y acciones emprendidas por la Autoridad Militar Única para las Zonas de Estado de Excepción, estamos seguros que pronto se podrá restablecer la normalidad en la zona, pues son más las similitudes que nos unen, que las diferencias que nos pudiesen separar.
Trabajemos todos los sectores de la sociedad juntos con un único objetivo, que es la prosperidad de nuestra frontera compartida y de nuestros países.