Ante las denuncias de supuestos brotes de leishmaniasis en comunidades como Tanaguarena y algunos sectores de Macuto, Julio Pacheco, el epidemiólogo regional, informó que los casos de la enfermedad no superan el canal endémico regular; es decir, no hay presencia de un número inusual de casos para aplicar medidas de control.
“Mantenemos un control permanente en las parroquias La Guaira, Macuto y Caruao, que son las zonas endémicas del estado. La presencia del flebótomo o mosca diminuta, que es el vector que transmite la enfermedad, se reproduce en zonas donde hay mucha agua y materia vegetal en descomposición”.
Dijo que aunque siempre se mantiene cierta incidencia de la enfermedad, no existe ninguna alarma. “Hasta ahora no hemos recibido reportes de casos nuevos en sectores distintos a los que siempre atendemos, como lo son Galipán, Punta de Mulatos y Chuspa”.
Dijo que el tratamiento de la leishmaniasis depende de la higiene de la persona y la vigilancia médica. “Todos los pacientes se refieren al Instituto de Biomedicina en el Hospital Vargas, en Caracas, para el respectivo estudio y seguimiento”.
Destacó que entre las medidas de prevención y control está la colocación de mallas o mosquiteros en el interior de las viviendas, usar repelentes y vestir ropa que cubra la mayor parte del cuerpo.
Las manifestaciones clínicas de la leishmaniasis van desde úlceras cutáneas que cicatrizan espontáneamente, hasta formas fatales en las cuales se presenta inflamación grave del hígado y del bazo. La enfermedad, por su naturaleza zoonótica, afecta tanto a perros como a humanos.
Los síntomas de la enfermedad pueden abarcar dificultad para respirar, llagas en la piel que pueden volverse úlceras que sanan muy lentamente, congestión nasal, rinorrea y hemorragia nasal, dificultad para deglutir, úlceras y desgaste (erosión) en la boca, la lengua, las encías, los labios, la nariz y el tabique nasal./DLR/va