Carniceros temen quedar sin trabajo por la regulación
María Elena Moreno, [email protected] Cada vez son menos los comerciantes que venden los productos regulados. Los supermercados, por ejemplo, explican que prefieren dejar las neveras vacías a comprar caro y tener que “regalar” la mercancía. Desempleo es lo que avizoran desde proveedores hasta carniceros, quienes alegan estar entre los daños colaterales de esta situación.
“La carne dejó de pedirse desde hace meses, al igual que el pollo, que no se trae desde enero. Lo mismo ocurrirá con el cerdo. Entretanto no se ajusten los precios en las granjas y mataderos, nos veremos obligados a prescindir de dichos cortes. Nadie puede trabajar a pérdida. Es lamentable que la gente tenga cada vez menos opciones para comer”, explicó Miguel De Santiago, carnicero en la Distribuidora 93.
En el lugar, anteriormente había aproximadamente 15 carniceros, de los cuales solo queda uno. “En la sala de corte ya no hay nadie, y antes eran como 10. Hay temor, poco a poco hay menos con qué trabajar. Deben habilitarse mesas de diálogo con todos los miembros de la cadena, no sancionar al vendedor final”.
Ingresos de proveedores se desploman
Con una angustia similar se encuentra un proveedor de la marca La Granja que prefirió el anonimato, y comentó que “muchos frigoríficos y supermercados no están haciendo los pedidos para las próximas semanas. Explican que si no hay ajustes desde la cabeza no vale la pena seguir. Yo necesito que compren porque cobro por comisión. Incluso en Catia la situación es similar. Las neveras se verán vacías en las próximas semanas”.
Chorizo, morcilla y una que otra chuleta ahumada es lo que logra verse en las vacías neveras, pues ninguno de estos forma parte de la regulación. Tal parece que conseguir “el salado” se volvió aún más cuesta arriba para el venezolano.
“Hasta el que no quería tendrá que hacer la cola en Pdval, a ver si tiene suerte y compra aunque sea un pollo, que se va en una comida. No sabemos qué vamos a comer”, dijo Diego Liendo.
Pérdidas millonarias
Quienes debieron bajar los precios de golpe la semana pasada con el anuncio del Ejecutivo, aseguran haber tenido pérdidas millonarias. En los mercados populares fue común observar algunos puestos cerrados, pues ante la falta de cerne regulada y pollo, el cochino era su única salvación, pero ya ni eso. /MEM/ar