Luisana Brito, luisanablaverad@gmail.com.- Carniceros, que trabajan en el mercado municipal de Maiquetía, aseguran que continuarán vendiendo los rubros al precio que han manejado desde hace tres meses, ya que expenderlos a la tarifa regulada les generaría pérdidas, pues deben continuar pagando el sueldo a los empleados y los servicios públicos, aunado a que el margen de ganancias está por debajo del 30%, según lo estipula la Ley Orgánica de Precios Justos.
Durante un recorrido por varias carnicerías, se pudo constatar que la venta del rubro ha disminuido, y que su precio oscila entre los Bs. 850 y Bs. 1.000, mientras que el pollo entre Bs. 620 y Bs. 800. Los encargados aseguran que ellos no adquieren la carne a precio regulado, por lo tanto no la pueden vender por debajo de ese valor.
“Desde hace una semana no sabemos lo que es vender carne. Los proveedores se excusan con que también se ven afectados, porque tienen que cancelar los impuestos ante el Ministerio de Hacienda para el sacrificio del bobino, el transporte, los empleados y los servicios básicos. Los ingresos no alcanzan. Desde que regularon el precio del cochino, éste desapareció”, informa Carlos José Hurtado.
Explica que para establecer los precios, la Sundde debe considerar el esfuerzo mancomunado entre los productores y los mataderos. “Todo es una cadena; en los mataderos venden a precios por encima de lo regulado, pero somos nosotros, los carniceros, quienes somos supervisados y multados”.
Simón Key refiere que, desde hace un año, le han solicitado al Gobierno ser beneficiados con el despacho de carne y pollo a precios regulados. “Si ellos quieren que vendamos el pollo a 65 bolívares, en vez de 620 bolívares, la carne en Bs. 220 y no en 850 bolívares, deben surtirnos. Lo que están provocando es que cerremos los locales y el pueblo se quede sin comida”.
Trabajan como albañiles
Por otra parte, Hurtado destaca que muchos de sus compañeros están resolviendo, la situación económica de sus hogares, “matando tigritos” como albañiles. “Viene la época más difíciles para los padres, porque hay que comprarle los estrenos a los niños y de algún modo hay que sobrevivir. Aunque estás navidades se ven lejos, la gente lo que está pensando es en comprar comida, antes que lujos”.
Se dispara el precio de las bolsas
Agrega que otro de los factores por los que se ven en la necesidad de aumentar los precios, es el alza de los materiales para embalar los productos. “Las bolsas se dispararon en un 100%, las bandejas de anime ya no se consiguen, y si aparecen cuestan el doble”. LB/ mp