Se perdieron la carne y el pollo. Los comerciantes aseguran que se debe al rechazo de los proveedores hacia los altos precios en los mataderos y granjas. Al mayor el kilo de carne no baja de Bs. 300, mientras que el pollo supera los Bs. 150. Los carniceros instan a las autoridades a inspeccionar y sincerar los precios desde el inicio de la cadena de comercialización.
“Cuando la carne llega aquí ya ha pasado por dos manos, el precio es alto y no podemos pagar de más y venderla en menos. Imposible trabajar a pérdida. Esta escasez se dio hace unos meses atrás, pues los proveedores rechazaban estos precios, actualmente se agudizó porque también se perdió el pollo. Uno teme a veces comprar, porque después vienen a fiscalizar y nos tachan de especuladores, así enseñemos facturas”, reveló Julio Albarrán, carnicero de Catia la Mar.
Explicó que tras los ajustes hechos al precio, las ventas han disminuido considerablemente. “La gente solo compra lo básico, pues el sueldo no les alcanza. De verdad que todas las semanas se disparan los costos y es por eso que se paralizaron los despachos. Hay que regular desde el inicio de la cadena, allí debe meter la lupa el Gobierno. Deben sincerar esos precios regulados en todos los eslabones, para que el consumidor pueda seguir comprando” explicó.
Vacías lucen las neveras en las carnicerías y supermercados ante la paralización de los despachos. Muchos aprovechan de hacerles mantenimiento. Además informan que aún no tienen respuesta de los proveedores sobre futuros despachos y están trabajando con pura carne de cerdo, actualmente. /MEM/ep/Foto: Silvia Santaella