Carlos Pérez ahora «tiene el doble de talento de lo que tenía en los Entrenamientos Primaverales», señaló el manager de los Angelinos, Mike Scioscia, y no fue precisamente porque el receptor criollo bateó de 4-3 con dos dobletes el martes contra el abridor venezolano de los Marineros, Félix Hernández.
«Su liderazgo. Su confianza, cómo conoce a los lanzadores, todo lo que es parte del desarrollo del receptor», explicó Scioscia sobre Pérez, quien fue básicamente la pieza adicional en el cambio que envió en noviembre a Hank Conger a los Astros por el abridor Nick Tropeano.
El venezolano fue incluido en la transacción porque Los Ángeles necesitaba profundidad en la receptoría. Llegó a los Entrenamientos de Primavera con pocas posibilidades de ser el catcher suplente, y ahora, con la temporada en un momento crucial, Pérez está viendo acción como titular.
El segundo encuentro de la serie de tres compromisos en Seattle, Pérez marcó su sexto partido consecutivo detrás del plato y octavo en los últimos nueve cotejos. Ha retirado a un corredor en intento de robo en cuatro de sus últimos partidos y lleva un promedio de .330 en septiembre, con tres dobles y cinco pasaportes negociados.
«Pienso que he demostrado que estoy tomando control del juego», declaró Pérez. «Que la energía que traigo puede fijar el ritmo del juego. Al comienzo fui un poco tímido. Pero ahora conozco a los lanzadores, a los otros jugadores y creo que eso también es parte de la confianza con la que estoy jugando ahora».
Su presencia detrás del plato -dirigiendo a los infielders, monitoreando a los corredores, comunicándose con sus lanzadores y demostrando aquella energía de que hablaba- fue lo principal que Scioscia quería ver del novato de 24 años.
Pérez todavía tiene trabajo por hacer en la ofensiva, como lo demuestra un diminuto .283 de porcentaje de embasarse. Pero para Scioscia es más importante que sus receptores sepan manejar un juego -el aspecto que Pérez cree que debe seguir mejorando- sobre la producción con el bate.