El rey Carlos III renovó el compromiso de su madre Isabel II que asumió al ascender al trono, a quien recordó como una inspiración y un ejemplo para la familia, en su primer discurso al frente de la monarquía.
Destacó que Isabel II tuvo una vida bien vivida. Mostró dolor por la pérdida y gratitud por la dedicación de su madre durante 7 décadas de reinado.
Carlos III dijo que el mundo cambió en 70 años, desde los años de posguerra hasta la actualidad, pero abogó por mantener constantes los valores y apuntó que los deberes de la monarquía también continuarán.
El monarca asumió que tendrá un cargo vitalicio «durante el tiempo que Dios me mantenga con vida» y por el que su vida va a cambiar radicalmente.
Agradeció la lealtad de su amada esposa, la reina consorte Camila. «Sé que estará a la altura de las nuevas exigencias».