María Elena Moreno, memlaverdad@gmail.com.- Lejos de garantizar los alimentos en los anaqueles, los usuarios de la red pública de abastecimiento aseguran que la activación de captahuellas ha sido inútil. Indican que las colas se han mantenido, a la vez que han crecido las limitaciones para llevar la comida a la mesa.
En muchos locales, incluso de la red privada, es necesario registrar con captahuellas las compras de hasta las pinturas de uñas o medicamentos. Los usuarios aseguran estar pasando las de Caín desde hace varios meses. Vender por el terminal de cédula tampoco fue solución en la lucha con los bachaqueros, pues en muchos módulos el sistema está “viciado” y se le permite a los consumidores ingresar con cédulas que no les pertenecen.
“Hay quienes compran todos los días y nadie les dice nada. Cuál es el rigor de esos controles si los vivos siguen haciendo lo que les da la gana. Vamos de mal en peor, son muchas limitaciones para hacer mercado. No sabemos qué comeremos en diciembre”, dijo Ana Mujica.
Piden que los lunes se abastezcan los módulos
Madrugar, hacer cola por horas y no encontrar toda la cesta básica, se ha convertido en el día a día de las amas de casa, a las que poner los pulgares en las máquinas no les garantiza la nevera repleta.
Más abastecimiento diario es lo que exigen los usuarios varguenses, quienes se quejan de los anaqueles vacíos que les toca ver los lunes, por ejemplo. “Además de que dejan comprar cantidades mínimas, toca rezar a ver si quedó algo del fin de semana. Los de terminal 0 y 1 no pueden abastecerse, pues los despachos se hacen del miércoles en adelante”, expresó Celia Ugueto, quien agregó que conseguir pollo en el Bicentenario es cuestión de suerte.
Por su parte, José Hernández asegura que en el abasto tienen tres años sin las neveras de refrigeración y cavas operativas, lo que reduce el servicio. Que se roten las compras de estos dos terminales al día martes y se utilicen los lunes para mantenimiento y reposición de inventario, es la solicitud que extienden a los voceros de la Misión Alimentación.
“Estamos desde las cuatro de la mañana haciendo cola para comprar un pollo. Esto es violación de los derechos humanos. Además, no hay respeto con los discapacitados ni embarazadas, menos con los abuelos. No hay combate contra la escasez, seguimos en las mismas. Usando captahuellas para unos productos que no hay”, agregó Francisco Querales. /MEM/ar