Doriana León, dorianaleonlaverdad@gmail.com.- Preocupación y desesperación son los sentimientos que expresan las madres que mantienen a sus hijos hospitalizados en el servicio de pediatría del Rafael Medina Jiménez de Pariata, ante el panorama incierto de la salud de sus pequeños. Escasez de medicinas e insumos médicos, falta de un ambiente aséptico y mala alimentación ponen en estado indefensión a los niños enfermos.
“Aquí no hay nada, todo tenemos que traerlo nosotras y a veces no se consiguen las medicinas. Mi hijo está hospitalizado desde la semana pasada con un cuadro de neumonía y ha sido muy difícil tratarlo porque no se consiguen los antialérgicos”, comenta Nathaly Noriega.
Desde Gerdex hasta Yelcos y demás soluciones afirman que tienen que llevar a la sala hospitalaria para que los médicos y enfermeras brinden la atención. “No hay Yelcos y les toman las vías con jeringas o mariposas que se rompen fácilmente. Los Yelcos los venden en el mercado negro pero a uno no le alcanza para además comprar esos insumos”, señala Yusbeidy Preciado, quien comenta que además del dolor de ver a su hijo enfermo, sufre al verlo “crucificado” mientras le aplican un tratamiento intravenoso.
Entran con una y salen con tres
Pastora Rodríguez tiene seis días con su hijo hospitalizado en la Sala B de Pediatría, por un absceso en la pierna derecha. “El niño sólo tenía la afección en la piel pero con el paso de los días se le desató una crisis asmática, porque estamos frente a un aire acondicionado que lo único que echa es polvo. Ahora el niño está mejor de la pierna y debemos seguir aquí por la patología respiratoria”.
La misma denuncia la formula Kenyerly Acevedo, quien asevera que en las salas de hospitalización impera la insalubridad. “Aquí hay chiripas, cucarachas y moscas que se posan en las lesiones cutáneas de los niños. Mi hijo llegó con un absceso en el pie y ya está contagiado con escabiosis. ”
La escabiosis purulenta es cada vez más frecuente
Desde pacientes neonatos hasta niños de 14 años con escabiosis infecciosas son hospitalizados en el centro, a pesar de la falta de tratamientos. “Tenemos muchos casos de infecciones en piel y partes blandas producto del mal tratamiento de las aguas, la poca higiene personal, del hogar y de la ropa” comentan los pediatras de guardia del centro, quienes certifican que sin escabicidas es muy difícil la rápida evolución del paciente.
Angélica Arias llegó la tarde del domingo al nosocomio con su bebé de seis meses, presentando un cuadro de escabiosis impetiginizada. Desde hace dos semanas, el niño mostró los síntomas de la enfermedad, lo llevó al médico y nunca consiguió el tratamiento dermatológico específico. “Lo estuve tratando con crema azufrada pero se complicó. Ya el niño no aguanta más la picazón que le genera esta enfermedad y que la tiene focalizada en manos y pies. Aquí los médicos lo han tratado muy bien pero ellos están trabajando con las uñas porque tienen insumos. Ahorita le están aplicando antibióticos, aunque me han comentado que no tienen los que son específicos para tratar patologías de la piel”.
“O cuido a mi hijo, o hago la cola para comprar los pañales”
Las madres de los bebés lactantes revelan que no reciben alimento. “Como estamos amamantando, no nos dan comida”.
Denuncian que en el servicio carecen de teteros y fórmulas para los pequeños hospitalizados. “La dieta para los más grandes la garantizan pero los bebés o toman teta o no comen. Nosotras estamos aquí todo el día y no nos da chance de ir a cocinar a la casa. Comprar comida en la calle es un lujo. Muchas veces ni podemos comer”, sostiene Soriana Amaya.
Comunican que también pasan trabajo con los pañales. “Antes garantizaban los pañales a los niños hospitalizados. Ahora no hay nada y nos vemos en la disyuntiva de quedarnos cuidando a nuestros hijos enfermos o salir a hacer la cola para comprarlos”.
Sin Berodual no se puede nebulizar
Los pediatras del servicio califican como crítica la escasez de insumos para nebulizar a los pacientes asmáticos. “Llegamos a un punto donde no hay absolutamente nada para nebulizar. No tenemos mascarillas ni soluciones broncodilatadoras”.
Yorbelys Altuve, madre de una bebé de cinco meses, agrega que lleva varios días buscando el Berodual (solución para nebulizar) entre amigos, vecinos, fundaciones y hasta “bachaqueros”, sin éxito. “Solo con vapor, la niña no mejora. Es necesario que busquen una solución inmediata a la falta de medicinas”.
Fallan condiciones de salubridad
Otros factores que se suman a la lista de deficiencias del servicio es la falta de aire acondicionado en las salas de hospitalización. “Tenemos que traer nuestros ventiladores para poder aguantar un poco el calor, pues el aire está dañado. Yo le traje el mosquitero a la niña para que no se le posen las moscas y los zancudos que reinan por todo el lugar”, apunta Yoarlin Blanco.
Los padres de los niños recluidos en las salas de aislamiento se quejan de las condiciones de los sanitarios. “Esto parece el baño de cualquier lugar, menos el de un hospital. No hay agua, el piso está sucio y el techo a punto de colapso”, manifestaron.
Más allá de las quejas, las madres exigen al Gobierno que solucione la escasez de medicinas que pone en riesgo la vida de los venezolanos./DLR/ir