Rodolfo Ruiz
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En medio de los sueldos insuficientes y la falta de efectivo, la desproporcionada alza de precios en los alimentos, la desintegración de una moneda que no parece tan fuerte y la amenaza latente del covid-19, el Gobierno nacional implementó la flexibilidad durante todo diciembre.
Uno de los sectores más afectado es el transporte público, que ya durante el primer día de flexibilización las paradas colapsaron y los usuarios esperaron hasta dos horas por una unidad de transporte.
Este servicio, que involucra tanto al pasajero, quien para trasladarse a su destino debe pagar un pasaje en muchos casos variable a pesar del poco efectivo que se consigue, y los buseteros, quienes luchan día a día por mantener operativos sus vehículos por lo costoso de sus repuestos y la falta de gasolina, es sencillamente un caos.
Tal situación crea el debate al tratar de identificar quién es la víctima o el victimario de esta precariedad.
En un recorrido por algunos sectores del estado se obtuvo el testimonio de varios usuarios:
Carlos Chávez, obrero, quien expresó: «Hay choferes que están cobrando hasta 100.000 bolívares para llevarte de Catia la Mar hasta Caribe. El Gobierno debe hacer algo, pues personas como yo que vivimos del día a día, tendremos que empezar a caminar ya que si pago todos los días ese pasaje mi familia morirá de hambre”.
Félix Romero, optometrista, señaló que habitualmente utiliza la ruta de Catia la Mar-Maiquetía y paga un pasaje de 50.000 bolívares. «Pienso que los choferes de la urbana hacen lo que les da la gana, pues muchas veces trabajan por escala sin saber cuanto efectivo trae el pasajero en su bolsillo».
Dijo que «ellos se justifican en que respaldar una falla es casi imposible cobrando el pasaje que exige el Gobierno. En este aso, ellos son los victimarios ya que si hacemos la comparación entre un trabajador público y un busetero ellos tienen más posibilidades de ingresos».
La posible solución según los usuarios
«El Gobierno puede mandar a arreglar los buses que están en Camurí Chico», afirmó Mariety Canal, trabajadora de panadería, quien aseguró que no hay necesidad de que el usuario dure hasta dos horas en las paradas a la espera de un autobús. «Se están utilizando los autobuses Sitssa para hacer transporte privados a empresas”.
Alberto Paris, carpintero, señaló que para paliar la crisis del transporte es necesario que el Gobierno se organice en las horas pico y asigne más autobuses que pueden cubrir la demanda.
Wilfredo Vargas, mecánico, expresó que la solución no solo está en las manos del Gobierno. «Los pasajeros debemos buscar una solución ya que somos los culpables de lo que está sucediendo, pues cuando un autobusero cobra un pasaje por encima de lo establecido nosotros terminamos pagándolo sin quejarnos y de esta manera alimentamos la sinvergüenzura”.
Transportistas alzan la voz
Sergio Cárdenas, presidente del Bloque Unido de Transporte, detalló que en el estado hay 428 vehículos operativos entre urbanos, suburbanos y periféricos, que han tomado la decisión de pedir al Ministerio de Transporte anclar el pasaje al petro, como lo están haciendo en las rutas interurbanas.
«Viendo que ya estamos culminando el año 2020, decidimos pedir al Gobierno que nos permita cobrar 100.000 bolívares en el pasaje como lo hacen en Caracas ya que el aumento de las divisas está impactando al sector y cada vez se hace más difícil comprar cualquier repuesto”.
¿Puede existir un pasaje equitativo que beneficie al usuario y al transportista?
Cárdenas aseguró que es casi imposible que exista un pasaje equitativo. «Tiene que ver con la subida del dólar. Ambas partes no podrían ser beneficiadas debido al sueldo que perciben los trabajadores».
Manifestó que están conscientes de que el trabajador cobra 1.200.000 bolívares mensuales como salario mínimo. «El peor servicio es el que no se presta. Si nosotros no aumentamos el pasaje el transporte público se paralizará. El Gobierno debería subsidiar tanto al trabajador como a los transportistas y de esta manera nadie sale perjudicado”.
¿Cómo terminará esto si ambas partes no pueden resolverlo?
“Es una de las leyes de la Física. Tanto el usuario como el transportistas se encuentran halando ambos extremos de una misma cuerda que en algún momento se va romper”.
Agregó que la solución al problema es el diálogo con el Gobierno, donde se aumente el sueldo de manera que pagar un pasaje no se convierta en un problema para el venezolano.
¿Surtirse de gasolina impide que puedan cumplir con el servicio?
Por otra parte, Williams González, presidente de la línea José María Vargas, detalló que hay 48 unidades que operan en la ruta de Canaima de las cuales 30 utilizan gasolina y 18 utilizan gasoil, y a su criterio las más perjudicadas son las primeras.
González aseguró que “surtir gasolina se ha convertido en un verdadero obstáculo, ya que los choferes deben dividirse en varios grupos y eso evita que puedan cumplir con el servicio. En la mayoría de los casos solo trabajan 3 días a la semana y las consecuencias se pueden ver en las paradas, no solo en la que yo presido si no también a nivel estadal”.
Manifestó que así el Alcalde mande un listado, no existe actualmente ningún tipo de atención preferencial para estos profesionales del volante. «Al observar dicha situación decidimos tener una reunión con el comandante de la Zodi y para fijar nuestra posición al respecto y exigir el servicio”.
¿Ha contraído covid-19 algún chofer de su ruta?
“Gracias a Dios ninguno de nuestros choferes han contraído covid-19, pues desde que inicio la pandemia hemos tomado en cuenta todas las medidas de bioseguridad, colocando desinfectante en nuestras unidades al final de cada jornada de trabajo”.
Agregó que están conscientes de que muchos usuarios están tomando el covid-19 como un juego al no usar el tapaboca y no llevar a cabo el distanciamiento social, por lo que están dejando a cargo de la policía municipal las sanciones a este tipo de usuarios que violen las medidas./jd