Caos en el seguro
Doriana León, [email protected] Un rumor de pasillo que indicaba que la nueva directiva cambiaría el horario de las enfermeras y del personal obrero de la noche de 7:00 de la mañana a 7:00 de la noche, por turnos de 24 por 48 horas caldeó los ánimos este viernes en el hospital José María Vargas de La Guaira.
Aunque horas más tarde la situación fue aclarada, “quedando todos los horarios de la misma manera”, la situación fue propicia para que los trabajadores denunciaran fallas generalizadas en los servicios del nosocomio más grande del estado.
El hospital tiene las cirugías electivas suspendidas desde el año pasado por falta de especialistas y déficit en el área quirúrgica. Hace un mes se dañó el Rayos X y desde la semana pasada solo cuentan con materiales para hacer hematologías en el laboratorio. “Los estudios especiales los tenemos que pagar fuera. Si no tienes dinero, se te muere el familiar”, comenta Raquel Yépez.
Oralys González, hermana de una paciente con colapso intestinal, detalla que la dieta que sirven a los convalecientes es poca y con falta de nutrientes. “En la mañana sirven plátano con queso, al medio día arroz con sardina y en la noche dan mortadela con pasta o no dan nada”.
Desde hace dos semanas las butacas dispuestas en los servicios de hospitalización para el descanso de los familiares que acompañan al paciente, fueron sacadas del hospital. “Ahora no nos dejan pasar la noche con nuestro ser querido. Solo podemos verlo en el horario de visitas”.
Los camilleros también fueron despojados de las sillas donde aguardaban mientras salía algún traslado. Ahora deben mantenerse firmes y de pie junto a su respectiva camilla, cual militares pagando plantón.
Fanny Cartaya, camarera en el hospital con 29 años de servicio, asegura que cuando ingresó el Seguro Social era otro. “Aquí agradaban al personal y agradecían el trabajo que uno desempeñaba. De 10 años para acá esto ha sido una pesadilla; los directores nos han violado todos nuestros derechos y beneficios laborales”.
La trabajadora señala que no cuentan con material para la desinfección del hospital. “Solo limpiamos con agua y cuando hay”. Destaca que en las residencias de las camareras solo hay catres viejos y no tienen agua ni luz en los baños. “En este hospital lo que impera es el atropello y la miseria. Estamos cansados de tanta lucha”.
El caso de las enfermeras es similar. Omaira Caraballo, con 30 años de servicio y patología de tiroides, a sus 60 años está esperando la jubilación. “Yo me desempeño en el servicio de traumatología. Allí trabajamos con las uñas pues la falta de insumos es cada vez más evidente, al punto de no poder cumplir con la dosificación completa del tratamiento recomendado por los especialistas, por la falta de medicinas”.
Horario queda igual
Maryury Díaz, presidenta del Colegio de Enfermeras, se reunió con la directiva del hospital. Luego de dos horas, la líder gremial se concentró junto al personal nocturno en la emergencia para manifestar que se acordó dejar el mismo horario que ha venido cumpliendo hasta ahora todo el personal. “A diferencia de la directiva anterior, nos han recibido con cordialidad y dispuestos a escuchar nuestros planteamientos”.
Le dicen no a La Verdad
Ante las declaraciones de los trabajadores del centro, el equipo de prensa del diario La Verdad intentó dirigirse a la dirección del hospital para obtener la contraparte. Al pretender ingresar por emergencia, un contingente de cinco funcionarios de la milicia y la seguridad interna rodeó al equipo y con groserías y empujones lo sacó de las instalaciones del hospital.DLR/jd