María Elena Moreno, memlaverdad@gmail.com.- Un total de 18,3 salarios mínimos deben invertirse para costear la Canasta Básica Familiar, que según el último reporte del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas) se ubicó sobre los 176.975,4 bolívares en el mes de febrero.
Esta cifra representa un alza mensual de 12,1% respecto a enero. En el informe señalan que la variación anualizada es de 424,2%, lo que equivale a 143.215,4 bolívares. Lo que más se dispara, y sin control, dentro de la CBF es el precio de los alimentos, para los que hay que disponer de aproximadamente 121.975,4 bolívares.
“Uno prioriza los gastos y termina invirtiendo todo en estas colas. El salir a buscar con qué llenar el estomago, lo hago para no pagar a revendedores, de ser así el sueldo rendiría menos”, dice Manuela Manrique mientras hace la cola en el Día Día de Maiquetía.
En el estudio del Cendas, se señala que la diferencia entre los precios regulados y los del mercado es de 2.211,8%. “Cómo alcanzan los ingresos si un arroz que marca 25 bolívares lo quieren vender en 500, por ejemplo. Es una barbaridad”.
En cuanto a la cifra de la escasez, el Cendas detalla que 24 de los 58 que integran la Canasta presentaron problemas de escasez, y encabezan la lista la leche en polvo, sardinas enlatadas a precio regulado, atún enlatado, margarina, azúcar, pernil, aceite de maíz, entre otros.
Por otro lado, registran que el alquiler de una vivienda sufrió un incremento de 12,2%, mientras que el costo de la educación subió 1,5%.
“Sobrevivimos a punta de papa y ocumo”
Para sobrellevar la crisis y resolver la comida, los varguenses aseguran optar por los productos agrícolas. Aunque este rubro sufrió un alza de más de 19% y la verdura más barata no baja de 400 bolívares, destacan que es la mejor salida.
“Le doy gracias a Dios que hasta ahora no me asigna el médico una dieta específica. Por ahora suelo resolver con lo que consigo, desde pan hasta papa. Ya no se puede ser muy exigente”, señala Jesús Cote, quien agrega que el plato balanceado desapareció de la mesa venezolana.
Por su parte, Milagros Bolívar resalta que su familia “en su mayoría comen verduras en todas las comidas. Sobre todo ocumo y ñame, eso es lo que nos queda hacer cuando el arroz y la pasta no aparecen”.
El salado si lo tienen que comprar caro, pues, según información suministrada por usuarios de las colas, en Pdmercal el abastecimiento de productos fríos como pollo y carne es irregular. En los supermercados el precio de la carne es de 1.700 bolívares para el corte de primera, mientras que el kilo de pollo entero está sobre los 1.500 bolívares. /MEM/ar