* Más de tres mil feligreses acompañaron la convocatoria
María Lourdes Arráez.- La Catedral de La Guaira se quedó corta para la cantidad de católicos que se sumaron a celebrar la clausura del año santo de la misericordia, actividad que inició con una caminata que partió desde la iglesia San Bartolomé de Macuto, encabezada por el obispo de La Guaira, monseñor Raúl Biord Castillo y los sacerdotes de la región.
La peregrinación, uno de los requisitos establecidos por el Papa Francisco para vivir el Jubileo de la Misericordia y ganar la indulgencia, contó con la participación de los vecinos de las comunidades de las cuatro zonas pastorales de la Diócesis de La Guaira, religiosos, integrantes de los Movimientos de la Pastoral familiar, del Seminario San pedro Apóstol, de la Pastoral Juvenil, y los monaguillos.
Al frente de la comunidad de Punta de Mulatos, donde se encuentra el monumento del Avión de La Guaira, se unió la reliquia de Nuestra Señora de Coromoto de Naiguatá.
Durante todo el recorrido reinó la alegría, los feligreses con sus cantos y consignas amenizaron la caminata que sirvió para renovar lazos de amistad entre los vecinos de las diferentes parroquias.
Monseñor Biord: “Somos más de los que creemos”
“Hemos demostrado que somos bastantes, somos más de lo que creemos y juntos podemos hacer grandes cosas”.
Antes de cerrar la puerta santa, el obispo de La Guaira explicó que el Papa Francisco convocó este año para acercar a Dios en su misericordia, y para que predomine la vida.
Expresó su alegría por la participación de personas de las parroquias eclesiásticas más lejanas como La Peñita, El Junquito y Tarmas.
“La ley de Dios no es la venganza, no es cobrar, es el amor que perdona, dar la vida a los demás, como lo hizo Jesús en la cruz”. Resaltó que es la primera vez que el Papa permite que en cada Catedral se instale la puerta santa para ganar la indulgencia.
Pidió por las familias e invitó a realizar obras corporales y espirituales de misericordia. “Siempre tienen que encontrar a Cristo en el que pasa hambre, sed, está desnudo o enfermo”.
Agradeció a los organizadores de la Caminata e hizo notar que se superaron todas las expectativas. Más de mil formas consagradas se distribuyeron por doce sacerdotes durante la Eucaristía./va