La Cámara de Diputados de Argentina aprobó este viernes un acuerdo para reestructurar la deuda por 45.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en una votación previa a su debate en el Senado, informó la secretaría del Parlamento.
El proyecto obtuvo 204 votos a favor, 37 en contra y 11 abstenciones. Será tratado en comisiones en el Senado a partir del lunes, indicaron fuentes parlamentarias.
El programa crediticio servirá para refinanciar deuda del acuerdo stand-by otorgado en 2018 a Argentina durante el gobierno del liberal Mauricio Macri, que contempla vencimientos por unos 19.000 millones de dólares este año y otros 20.000 millones en 2023, además de otros 4.000 millones en 2024.
«Este es el mejor acuerdo de refinanciación que se pudo conseguir», dijo el diputado Carlos Heller, del oficialista Frente de Todos. Un rechazo de este proyecto «nos llevaría a graves problemas que debemos evitar a toda costa», añadió en la sesión que se prolongó hasta la madrugada del viernes.
El nuevo programa de facilidades extendidas alarga los plazos de pago, prevé 10 revisiones trimestrales y un período de gracia de cuatro años. Los pagos deberán realizarse desde 2026 hasta 2034.
Para entrar en vigor, este acuerdo al que llegaron el gobierno de Alberto Fernández (centro-izquierda) y el staff del FMI, debe ser ratificado por el Senado argentino y por el directorio del organismo internacional.
Votos en contra
Con reticencias en un sector del oficialista Frente de Todos y también en la coalición opositora Juntos por el Cambio, el proyecto dividió a la propia alianza gobernante.
Uno de los que votó en contra fue el diputado oficialista Máximo Kirchner, hijo de la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien renunció a la presidencia del bloque del Frente de Todos. Su agrupación, La Cámpora, publicó este viernes un comunicado para explicar su rechazo al programa con el FMI.
«El problema no es firmar con el Fondo. Está claro que si tenemos una deuda, hay que firmar el acuerdo. Pero el problema es qué se firma. El reconocimiento de la deuda no implica olvido de las responsabilidades que se están discutiendo en sede penal», señaló el comunicado, en alusión a una investigación judicial que apunta al expresidente Macri.
Al acuerdo se opusieron también las bancadas minoritarias de la izquierda y de la llamada «derecha libertaria».
El voto opositor, que respaldó el crédito aunque no el programa de medidas acordado con el FMI, fue clave para la aprobación en diputados.
«No es momento para oportunismos. La oposición debe facilitarle (al gobierno) la posibilidad de reestructurar la deuda, pero no podemos tomar responsabilidad en el programa que el gobierno negoció con el FMI», señaló el diputado Facundo Manes, de Juntos por el Cambio.
Protesta y disturbios
Grupos de izquierda y movimientos sociales acudieron a las afueras del Congreso para manifestarse en contra del acuerdo con el FMI, en una protesta que derivó en disturbios.
Algunos de los manifestantes quemaron basura y lanzaron piedras hacia la explanada de ingreso al parlamento. Un agente de policía fue alcanzado por un cóctel molotov, y algunas ventanas, como las de la oficina de Cristina Kirchner, fueron rotas a pedradas.