María Elena Moreno, memlaverdad@gmail.com.- Sobreviviendo está el sector aduanero privado que en los últimos meses ha optado por la fusión de varias empresas en un intento de ahorrar recursos y abaratar gastos. Hasta tres agencias están funcionando en una sola oficina pues los ingresos no dan ni para pagos de alquiler.
Así lo informó Rusvel Gutiérrez, presidente de Caduainco, quien aclaró que la fusión es “solamente administrativa más no legal”. Detalló que una oficina pequeña de 50 metros cuadrados con servicios de agua, luz e internet puede costar hasta 100 mil bolívares mensuales, cifra imposible de pagar porque no hay ingresos.
Destacó además que en el estado Vargas, de 1.200 agentes aduanales que están autorizados, solo 50 están trabajando de forma constante. “Esta es la crónica de una muerte anunciada. Tenemos varios años en declive y ya reunimos una baja de 95% en operatividad por importaciones y exportaciones. Se logra esta fusión para sortear y ver hasta cuándo aguantan pues los egresos no paran de subir mientras que los ingresos son nulos”.
“Las agencias se están descapitalizando”
Reducir nómina y trabajar todos en una sola locación son algunos de los gastos que pueden ahorrarse los aduaneros pues nadie los salva de los pagos de impuestos y permisos.
“Seguimos viviendo en una economía donde la burocracia y los pagos inoficiosos son la premisa. Sigo sin entender cómo anualmente cada agente debe pagarle $ 800 a Bolipuertos por renovación de permisos de ingreso y operaciones. Es como una actualización del registro sin sentido porque si hay continuidad administrativa no es necesario el gasto ni la molestia”.
Este pago se calcula actualmente al cambio Simadi que si se toma en cuenta el cierre de este lunes en 341,04 bolívares, se estaría hablando de un pago de aproximadamente 272.832 mil bolívares solo a Bolipuertos.
A esto se le suma un pago de aproximadamente 100 mil bolívares realizado a la Alcaldía de Vargas por renovación de la licencia de Industria y Comercio “que de paso tardan varios meses en entregar. Además se suman gastos administrativos y otros impuestos inoficiosos del Seniat. La cuenta está cerca de los 600 mil bolívares”.
Gutiérrez asegura que estas medidas están descapitalizando al sector privado aduanero que desde hace mucho tiempo “he perdido la posibilidad de recuperar esa inversión. Recordemos que es un pago que se hace anual pero con el cierre técnico que hay no vemos luz”. Con esta pasividad crítica e impuesta que afecta al sector, hay aproximadamente 5.000 empleos varguenses en riesgo. “De forma indirecta la cifra hasta se triplica pues gran porcentaje de la población del estado depende del puerto”. MEM/jd