Cuando llegue la hora de que Miguel Cabrera sea inmortalizado en el Salón de la Fama, se hablará de momentos como el que tuvo en la serie de sus Tigres de Detroit contra los Piratas en el PNC Park de Pittsburgh.
El miércoles, el cañonero venezolano no solamente tuvo su primer partido con cuatro imparables en tres años, sino que también llegó a siete hits consecutivos por primera vez en su carrera. Su récord anterior era de seis que alcanzó por última vez en 2015, cuando ganó su cuarto título de bateo en la Liga Americana.
Además, la racha de Cabrera más larga para un miembro de los felinos desde que el también venezolano Omar Infante bateó siete en fila en la temporada de 2013.
Cabrera actualmente lleva 2.971 imparables con 21 encuentros restando en la campaña. Tendría menos partidos debido a los días libres que le han programado, pero ya no es ilógico pensar que el toletero criollo ingrese al club de los 3.000 hits este año, como ya lo hizo con el de los 500 jonrones.