Luisana Brito.- En un dolor de cabeza se ha convertido para los vecinos y transportistas de la Unión de Conductores Los Corales-Valle del Pino, en Caraballeda, la escasez y altos precios de los cauchos, pues los obliga a prestar el servicio sin morocha, lo que representa un gran riesgo, sobre todo cuando llueve.
El presidente de la organización, Joel Maneiro, alerta que los cuatro buses que componen la flota se encuentran en condiciones críticas, pero la parte más afectada son los neumáticos lisos, por lo que solo trabajan cuatro días por semana para tratar de estirarles la vida útil.
Apunta que circular con solo tres cauchos en la parte trasera del vehículo es muy peligroso, pues es en esta zona donde lleva mayor peso y la unidad podría perder el equilibrio.
“A estos carros les queda no más de 15 días para sustituirles las piezas. Esto representa un gran impacto para la comunidad, porque a diario se trasladan a 250 estudiantes y más de 50 adultos mayores. Somos quienes llevamos el mayor peso, porque en los carros por puesto solo caben cinco pasajeros”, señala Maneiro.
Destaca que desde hace cinco meses no reciben insumos por parte de la Proveeduría Socialista de la Alcaldía. “A principios de 2016 recibimos cuatro cauchos para distribuirlos entre seis buses, es algo absurdo; en cambio, para los carros peños ha habido una mejor dotación”.
Asimismo, destaca que la vía se encuentra en mal estado por falta de mantenimiento. “Hay demasiados huecos y eso lo que hace es deteriorar los terminales, el tren delantero, los amortiguadores y ballestas, por eso cuando llueve tenemos que suspender el servicio. Se nos hace muy difícil subir por esa carretera”.LB/va