Los pasillos del terminal internacional a diario son testigos de las más tristes despedidas.
Jorge Gómez es administrador y se va a probar suerte en otras fronteras por la situación del país. Se va a Panamá para luego continuar a otros rumbos, pero con la ilusión de volver a compartir con su familia.
Jesús García despidió a su esposa y sus dos hijos, quienes partieron a España becados por el Gobierno para estudiar Ingeniería. “Les salió la oportunidad y como están las cosas aquí no les puedo frenar su futuro”.
En menos de dos horas, más de diez familias despidieron entre lágrimas a algunos de sus integrantes, como Indira Serrano, bioanalista, quien se va a Europa para seguir estudiando y buscar un futuro mejor.
Estos venezolanos no se han ido y ya sueñan con volver. MLA/jd