El presidente Nayib Bukele logró una contundente victoria en las elecciones legislativas del domingo al lograr el 65% de los votos según la primera fase del escrutinio.
Con el 50% de las actas contabilizadas, la tendencia confirma el dominio de su partido Nuevas Ideas en el Congreso. Con estas cifras, Bukele no necesitará ni siquiera a otros partidos pequeños, ya que rozaría los 56 escaños y, por tanto, la mayoría absoluta en la Cámara.
La victoria de Bukele, de 39 años, la más contundente lograda nunca antes por un partido en El Salvador, es la sepultura del modelo surgido tras la guerra civil (1980-1992) en la que el país fue un sangriento tablero de la Guerra Fría, con el FMLN y Arena como bandos contendientes.
A partir de ahora, si se confirman los datos, no necesita negociar con nadie para nombrar al fiscal general, un tercio de los jueces de la Corte Suprema o el procurador general de Derechos Humanos.
En sus manos también estará la Contraloría de Cuentas. Precisamente, la opacidad en el gasto público es uno de los principales reclamos en su gestión ante el temor a un disparado gasto público en un contexto de pandemia que ha provocado una caída del economía del 8%.