La falta de viajes, escasez de repuestos y poca dotación los mantiene al borde de la desesperación
Luisana Herice.- Desesperados y con los ánimos por el piso se encuentran los gandoleros, quienes señalan que entre la falta de viajes, escasez de repuestos y la poca dotación su trabajo en el puerto se ha ido extinguiendo poco a poco.
Detallaron que cada vez tienen menos trabajo y se les ha hecho cuesta arriba llevar el pan a sus hogares. “La situación es crítica, empezando porque no nos dotan de cauchos desde el año pasado y uno bachaqueado cuesta Bs. 1.000.000”, expresó Carlos Tercero.
Agregó que “si nos toca comprar cauchos debemos hacer magia porque a juro hacemos viajes para comer y lo poco que ganamos no nos da para adquirirlos a ese precio”.
Señaló que los cauchos son las piezas que se desgastan más rápido y a su vez las más difícil de conseguir. “Los de la Proveeduría llegan y los venden con sobreprecio; mientras tanto nosotros debemos resolver con chivas que están sobre los Bs. 300 mil. Lo peor del caso es que un viaje lo están pagando a Bs. 130 mil, o sea que ni para una chiva que nos dura un mes nos alcanza”.
Román Gallardo explicó que están sobreviviendo con acarreos. “Hacemos un viaje a la semana, de resto resolvemos con acarreos que los están pagando en Bs. 9 mil bolívares, cuando la naviera se los cancela a ellos en dólares. Aquí todo es una trampa por eso nunca vamos a mejorar”.
Manifestó que otro de los problemas es que para hacer el pase en el puerto les cobran en dólares. “Cómo nos van a cobrar en dólares si a nosotros nos pagan una miseria y en bolívares, es ilógico”./jd