Durante una emotiva audiencia judicial, la cantante estadounidense Britney Spears imploró a una jueza que ponga fin a la “abusiva” custodia de sus asuntos personales y sus negocios que le fue otorgada a su padre desde 2008.
“Sólo quiero que me devuelvan mi vida. Han pasado 13 años y ya es suficiente”, dijo Spears en una intervención de 20 minutos en forma virtual mientras sus fanáticos cantaban en su apoyo fuera de la sala de la corte.
El padre de la artista de 39 años maneja su fortuna de $60 millones, de los que Britney recibe una asignación de $2.000 a la semana.
«Quiero que esta tutela termine. Realmente creo que es abusiva. Quiero casarme con mi novio y tener un hijo, pero la tutela me dice que no puedo hacerlo».
Britney, quien ya tiene dos hijos, explicó que sus anticonceptivos están controlados por sus tutores: «Tengo un DIU (dispositivo intrauterino) dentro de mí para evitar que tenga un bebé. Quiero ir al médico y quitármelo para poder tenerlo, pero ellos (la tutela) me han dicho que no. Me siento acosada, intimidada y sola. No soy feliz. No puedo dormir. Estoy furiosa. Es insano”. Agregó que llora todos los días.
Spears agregó que la obligaron a tomar litio contra su voluntad después de que se interrumpieron los ensayos para una residencia planeada en Las Vegas en 2019 que eventualmente fue cancelada. Ella dijo que todo lo que hizo fue estar en desacuerdo con una parte de la coreografía de los shows.»No estoy aquí para ser esclava de nadie», dijo. «Puedo decir que no a un movimiento de baile».
“Lo único similar a esto es lo que llaman tráfico sexual, haciendo trabajar en contra a una persona en contra de su voluntad, quitándole sus posesiones, la tarjeta de crédito, el dinero, el teléfono, el pasaporte (…) Creo que han hecho una buena labor explotando mi vida”, añadió.
La juez no levantó la tutela y le indicó que debe formular otra petición, pero elogió su valentía y “dar este paso adelante y compartir tus pensamientos”.
La última vez que Spears habló directamente con la jueza fue en mayo de 2019, pero el tribunal estuvo cerrado al público y su testimonio fue sellado. «Tengo mucho que decir, así que tengan paciencia conmigo. Creo que no se me escuchó en ningún nivel cuando vine al tribunal la última vez».