Para Briceida Chinea, madre “y padre” de tres jóvenes, dos de ellos profesionales y uno próximo a ser bachiller, la mayor satisfacción que le ha dejado ser madre es formar parte de cada logro que alcanzan.
“Me ha tocado ser madre y padre desde que mi esposo falleció. El camino no ha sido fácil, pero no hay barreras que el amor por nuestro hijos no pueda vencer. Cada vez que uno de ellos cumple una meta me convenzo de que todo mi esfuerzo y trabajo no ha sido en vano”.
Chinea refiere que en una relación madre e hijos no puede faltar la confianza, el respeto y sobre todo el amor. «No debemos descuidar ni un segundo a nuestros hijos, pero tampoco podemos sobreprotegerlos. La clave es establecer una relación equilibrada donde te vean no solo como su madre sino como su amiga, así estaremos para celebrar y aplaudir sus logros o para llorar y aliviar sus fracasos”.
Resalta que en estos tiempos tan difíciles se necesita de mucha fuerza y voluntad para inculcarle valores y buenos hábitos, puesto que serán ellos los responsable de construir el país que todos queremos.
Su mensaje a las madres es que no desesperen y que luchen todos los días para brindarle la mejor educación a sus hijos./LH/jd