María Lourdes Arráez
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“Hoy debemos tender puentes con los ciudadanos para reavivar la esperanza, mantenernos firmes en las demandas y construir soluciones a la crisis que vive el país”, asegura Brayann Baptiste, secretario general juvenil de Acción Democrática en Vargas.
Considera que los factores democráticos deben tener una mirada más reflexiva, entender que la política debe reinventarse y que el reto es reconectar con las bases, con los sectores populares, entendiendo que los problemas del país no discriminan, “nos atañen a todos sin diferenciar”.
Indica que la necesidad de confinarse para preservar la vida por la llegada del Covid 19 dejó en evidencia la grave fragilidad que vive el venezolano, “producto de una trágica odisea que resultó de 20 años de deterioro del sistema socioeconómico en el país”.
“El Gobierno generó una incapacidad total para cubrir las demandas más básicas como la alimentación, vemos en las calles a madres llorar por la comida de sus hijos, así como otros problemas más graves que eran comunes en épocas medievales. Venezuela hoy vive el mayor atraso de la historia republicana, desapareció el sistema de agua por tuberías, el sistema eléctrico tiene graves fallas y hay zonas donde la luz llega solo por horas, se tuvo que importar gasolina producto de la destrucción de Pdvsa que en algún momento fue la empresa de mayor importancia en el mundo, pasamos de tener seis refinerías a estar en cero”.
Manifiesta que hoy no hay las mínimas condiciones de vida que se merece un ser humano, “hay derechos que son fundamentales, que son una necesidad y no se respetan, no se garantizan”, por eso se debe evitar que se siga alargando el debilitamiento del tejido social, ya que a su juicio un país con hambre y deprimido es vulnerable, y se debe procurar que la gente pueda pensar más allá de sus necesidades básicas y aspirar a construir un estado democrático, social, de derecho de justicia, donde se forjen valores.
Resalta que es tarea de los lideres políticos hacer énfasis en seguir luchando para construir un nuevo país y para ello tienen que combatir la desesperanza. “Entendiendo que los países no se acaban, que somos los venezolanos corresponsables de darle nuevas rumbos al país y para ello debemos construir un tejido social que involucre a todos los sectores, para entre todos forjar la construcción de una nueva Venezuela”. MLA