El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció que prorrogará hasta final del año los subsidios que se pagan desde abril a los trabajadores informales y personas sin empleo como auxilio para paliar los efectos de la pandemia.
El valor mensual del subsidio será reducido un 50 % hasta los 300 reales (unos 55 dólares), un valor que, según Bolsonaro, busca atender las necesidades de las familias más necesitadas pero también de la maltrecha economía brasileña, que entró en recesión técnica.
El Gobierno anunció este martes que el Producto Interior Bruto (PIB) se derrumbó un 9,7 % en el segundo trimestre de este año frente a los tres meses anteriores y un 11,4 % respecto al mismo periodo del año pasado.
El auxilio otorgado por el Ejecutivo a los más pobres ha tenido un efecto positivo en la popularidad del presidente brasileño. Cerca del 50 % de los brasileños considera que Bolsonaro no es responsable de la crisis sanitaria y la tasa de aprobación del Gobierno ha llegado a 37 %, según una encuesta publicada recientemente por el instituto Datafolha.