La comisión legislativa especial aprobó el lunes en la tarde por votación de 38-27 la propuesta de enviar el juicio político contra Dilma Rousseff al pleno de la Cámara de Diputados. Se necesitaban al menos 33 votos para aprobar la medida.
-¿Ahora qué sigue?-
-15 abril-
El tema está en el pleno de la cámara baja que realizará un debate este viernes sobre si debe o no pasar al Senado el juicio político contra Dilma.
Los adversarios de Rousseff necesitan los votos de dos tercios de los 513 diputados, o 342. El presidente de la Cámara baja, Eduardo Cunha, un feroz crítico de Rousseff, no votará. La mandataria requiere 171 votos o abstenciones para bloquear un juicio político.
-17 abril-
Se realizará la votación y si los diputados aprueban la moción de impeachment, ésta pasa al Senado, de 81 miembros. La cámara alta formaría una comisión de 21 miembros, que dará su opinión sobre la admisibilidad del proceso. Este trámite podría ser más rápido que en diputados y seguiría parámetros similares a ese cuerpo en cuanto a quorum y mayorías.
–Primeros días de mayo-
Para que un dictamen de destitución sea aprobado en el plenario del Senado y el proceso instaurado, deberá ser apoyado por una mayoría simple, una vez conseguido un quórum de 42 senadores. De no lograr ese respaldo, el proceso se archiva.
Analistas consideran improbable que, llegado el caso, el Senado rechace un dictamen que ya tuvo el visto bueno de la cámara de Diputados y de una comisión propia en la que están representados los partidos de la Cámara alta. De acontecer, seguiría la misma secuencia que en diputados.
Si es validada una moción por la destitución, Dilma Rousseff sería apartada de manera provisoria de sus funciones durante un máximo de 180 días, para dar lugar al juicio. Sería reemplazada por su vicepresidente, Michel Temer. Según los especialistas, solo en ese momento empezaría la verdadera recolección de pruebas y testimonios.
-Finales de mayo-
La sesión final del juicio a Dilma Rousseff tendría lugar en el plenario del Senado, bajo la dirección del presidente de la Corte Suprema. Son necesarios dos tercios de los votos del Senado (54 de un total de 81), para destituir definitivamente a la mandataria, cualquiera sea el número de los presentes. De lo contrario, ésta reasumirá inmediatamente sus funciones.
En esta sesión única, en la que el presidente del Senado puede votar porque no la dirige, se darán los alegatos finales de parte del senador que haya instruido el caso y de la defensa de la presidenta.
La acusación central contra Dilma Rousseff en el Congreso es que violó normas fiscales, maquillando el déficit presupuestal. Y ha causado una gran fisura en Brasil, separando a quienes creen que sería justo destituir a la presidenta por algo así de quienes sostienen que sería una injusticia o hasta un golpe de Estado.