Luisana Brito, luisanablaverdad@gmail.com.- Un bote permanente de aguas servidas está afectando la salud de los comerciantes del Paseo de Macuto pero sobre todo la de los abuelos que habitan en el Instituto Nacional de Servicio Social (Inass) ya que la tanquilla esta ubicada al frente a su sede.
Explicaron que esta situación se presenta desde hace más de dos meses trayendo como consecuencia que la actividad económica de la zona se viera comprometida pues los malos olores proliferan haciendo correr a los visitantes de las playas y los restaurantes.
Luis Pérez comentó que en los últimos días no ha asistido tanta clientela como antes. “En lo que se dan cuenta de esta contaminación que nos rodea, se van. Nadie quiere estar en un lugar sucio y hediondo”.
La primera vez que se obstruyó la tubería lo reportaron ante Hidrocapital. Una cuadrilla acudió al sitio y limpió los ductos, pero a los pocos días se volvió a tapar. Suponen que es por los sedimentos acumulados por lo que piden reemplazar las cañerías por unas nuevas.
Estas aguas putrefactas se derraman por las calles hasta llegar al muro que nos separa de la playa.
“Nosotros somos personas de la tercera edad y no podemos estar soportando estos malos olores. No hay lugar dónde sentarnos a tomar el sol porque inmediatamente llegan las moscas; se meten a la cocina, baños y cuartos; nos tienen contra la pared”, expresó el abuelo Rubén Monasterios.
Hizo un llamado al gerente estadal de la hidrológica para que repare la averías y sanee las calles. “Pedimos que venga la cuadrilla cuanto antes. Esto nos está enfermando y nadie hace nada para solucionarlo”.LB/jd