Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, indicó que la Asamblea Nacional que resultó de las elecciones de diciembre en Venezuela no puede considerarse legítimamente elegida.
“Las elecciones no cumplieron con los parámetros internacionalmente aceptados. La Unión Europea no reconoce las elecciones ni la Asamblea resultante de ella”, afirmó.
Borrell dijo que Venezuela y su crisis política ha ocupado una parte muy importante del trabajo del Parlamento Europeo.
Indicó que sus previsiones de lograr unas elecciones libres no han ocurrido. “En consecuencia los Estados miembros de la Unión Europea claramente han expresado su rechazo a las elecciones de diciembre expresando que no se puede aceptar la forma en la que se han celebrado, como ocurrió en Bielorrusia”.
Manifestó que la Unión Europea mantendrá presión calibrada y selectiva. “Dialogaremos con todos los actores que quieren la democracia, empezando con Juan Guaidó. Las dificultades son grandes y queda mucho camino por recorrer”, señaló.
Oportunidad desaprovechada
“Se acaba de desaprovechar una oportunidad para lograr una salida a la crisis del país. Ahora más que nunca debemos ayudar a nuestros amigos venezolanos a superar la división política que cada vez demuestra ser más improductiva”, indicó el diplomático, quien reiteró que la unidad de acción de la oposición venezolana es fundamental.
Exigió al gobierno de Maduro el cese de amenazas a la oposición y que se dé protección a los miembros de la sociedad civil.
Borrell dijo que las soluciones no son externas, ni se forjarán de la noche a la mañana, tampoco con intervenciones extranjeras. “Vamos a convocar al Grupo Internacional de Contacto. Espero que podamos compartir con la administración norteamericana un socio para conseguir la solución dialogada que necesita Venezuela”.