Luego de la multitudinaria manifestación en Brasilia convocada en defensa de la “libertad” pero en la que sobresalieron demandas con tintes antidemocráticos, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, encabezó en Sao Paulo otra movilización en la que dijo que rechaza participar en una “farsa” electoral en 2022, en referencia al sistema electrónico de votación usado desde 1996 al que considera fraudulento.
“Queremos elecciones limpias, democráticas, con conteo público de los votos. No puedo participar en una farsa como la que defiende el Tribunal Superior Electoral”, afirmó el mandatario, que convocó las protestas en medio de una caída de su popularidad y un crudo enfrentamiento con el poder judicial.
“Quiero decir a aquellos que me quieren volver inelegible en Brasilia: solo Dios me saca de allá”, dijo en un inflamado discurso en la Avenida Paulista. “(Quiero) decir a los canallas que yo nunca estaré preso. Mi vida pertenece a Dios pero la victoria es de todos nosotros”.
Más temprano, durante su discurso en Brasilia, Bolsonaro volvió a amenazar al Tribunal Supremo, el cual ha abierto una investigación en su contra por difusión de noticias falsas y amenazas a la democracia que ya ha llevado a la cárcel a numerosos activistas de ultraderecha.
“No podemos aceptar más prisiones políticas en nuestro Brasil. O el jefe de ese poder encuadra a los suyos o ese poder puede sufrir aquello que nosotros no queremos”, afirmó sin especificar exactamente las supuestas represalias.
“No queremos pelear con ningún poder, pero no podemos admitir que una persona turbe nuestra democracia y ponga en riesgo nuestra libertad”, agregó en una referencia velada al magistrado Alexandre de Moraes, con el que se ha enemistado en el marco de un grave conflicto institucional.