El presidente bielorruso Alexander Lukashenko ordenó a un avión de Ryanair con destino a Lituania que aterrizara en Bielorrusia este domingo y detuvo a un joven bloguero de la oposición, lo que llevó a Lituania a pedir una respuesta internacional.
Las autoridades detuvieron al activista Roman Protasevich, de 26 años, que había sido incluido en una lista de buscados después de las protestas masivas del año pasado, provocadas luego que que Lukashenko reclamara una victoria aplastante en las elecciones de agosto de 2020.
Protasevich es un estrecho colaborador de la líder de la oposición bielorrusa Svetlana Tijanóvskaya. Como ella, huyó de Bielorrusia y vive en Lituania. Además, es cofundador de Nexta, un canal de Telegram que cubría la represión de las protestas masivas en Bielorrusia tras la controversial reelección de Lukashenko.
La aeronave, que volaba de Atenas a Vilna, casi había llegado a Lituania cuando cambió de dirección y fue escoltada a la capital bielorrusa Minsk, en medio de reportes de que tenía explosivos a bordo.
Lukashenko ordenó personalmente al avión de guerra que escoltara el avión de pasajeros a Minsk, apuntó la agencia estatal de noticias BelTA. Sin embargo, no se encontraron explosivos.
El presidente lituano Gitanas Nauseda condenó las acciones de Lukashenko, exigió la liberación de Protasevich y pidió una respuesta internacional. «Hago un llamado a los aliados de la OTAN y la UE para que reaccionen de inmediato ante la amenaza que representa el régimen de Bielorrusia para la aviación civil internacional».
Por su parte, el gobierno alemán demandó «una explicación inmediata del gobierno de Bielorrusia sobre el desvío» del vuelo «y la supuesta detención de un periodista», tuiteó el secretario de Estado del ministerio de Asuntos Exteriores, Miguel Berger.