En su primer discurso en la Asamblea General de la ONU, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, rindió homenaje a los manifestantes y activistas que, a su juicio, mantienen viva la democracia en el mundo ante el avance del autoritarismo.
«Puede que los autoritarios del mundo quieran proclamar el final de la era de la democracia. Pero lo cierto es que el mundo democrático está en todas partes. Está vivo en los activistas contra la corrupción, los defensores de derechos humanos, los periodistas, los manifestantes pacíficos en primera línea de esta lucha en Bielorrusia, Birmania, Siria, Cuba, Venezuela y en muchas otras partes».
El discurso de Biden fue en buena parte un alegato a favor de la democracia, que describió como «la mejor herramienta» que existe para «aprovechar completamente el potencial humano».
«El futuro pertenecerá a aquellos que abrazan la dignidad humana, no a los que la pisotean», sentenció el presidente.
Pese a ese alegato contra el autoritarismo, Biden aseguró que no está interesado en una nueva Guerra Fría con países autoritarios como China. Tampoco está interesado en un mundo dividido en bloques rígidos.
«Abrimos una nueva era de diplomacia»
“Estamos en un punto de inflexión en la historia. Estoy aquí para mostrar cómo buscamos trabajar con socios y aliados. Queremos guiar el mundo hacia un futuro más próspero. Terminamos 20 años de conflicto en Afganistán. Abrimos una nueva era de diplomacia”, expresó, señalando que su gobierno propone un nuevo concepto estratégico para enfrentar los desafíos de seguridad.
“Trabajaremos con cada nación, incluso si tenemos intensos desacuerdos en otras áreas. Porque todos sufren las consecuencias de nuestras fallas”.
Prometió un planteamiento más humano en materia de inmigración que su predecesor, el republicano Donald Trump. Sin embargo, el veterano demócrata ha luchado por detener la marea de inmigrantes que atraviesa la frontera desde que asumió el cargo en enero.
También tuvo palabras para el conflicto entre Israel y Palestina. Dijo que “el compromiso de Estados Unidos con la seguridad de Israel es incuestionable» pero se expresó a favor de “una solución de dos Estados”.
“Es la mejor manera de asegurar el futuro de Israel como un Estado judío democrático, viviendo en paz junto a un Estado palestino viable, soberano y democrático», agregó aunque reconoció que “en este momento estamos muy lejos de ese objetivo”.