William Burns, un veterano y respetado diplomático estadounidense, ha sido escogido por Joe Biden para encabezar la influyente Agencia Central de Inteligencia.
Se trata de un hombre que ha servido en diferentes puestos de todo el mundo desde que empezara con Ronald Reagan de presidente hasta Barak Obama.
Biden comentó, confiado, que “con él como nuestro próximo director de la CIA, los estadounidenses podrán dormir tranquilos”.
Burns será el primer jefe de este gran servicio de inteligencia, espionaje y contraespionaje que procede del Departamento de Estado, con lo que su perfil se adapta más al de un diplomático que al socorrido “halcón” colocado, según los tradicionales usos y costumbres, el frente de la CIA.
Por eso, el propio Biden destaca sobre su hombre de confianza que se trata de un “diplomático ejemplar con décadas de experiencia (…) que comparte mi más profundo sentimiento de que la inteligencia debe ser apolítica y creo que a sus profesionales les debemos gratitud y respeto”.
“Bill”, como se le llama afectuosamente a Burns, es un experto en Rusia –un dato extremadamente relevante en los tiempos que corren– y deja tras de sí una gran labor de gestión en el Fondo Carnegie Internacional por la Paz, un centro de estudios de gran prestigio en la capital, Washington, DC.