El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advierte que el objetivo de China es convertirse en el país líder, más rico y más poderoso del mundo. «Eso no va a pasar bajo mi mandato», aseguró en la primera rueda de prensa de su gestión.
El mandatario aseguró que no está buscando la «confrontación» con el gigante asiático, pero es consciente de que sí seguirá teniendo una «competición dura» con ese país.
Aseguró que el presidente Xi Jinping, “no tiene un solo hueso democrático en su país», pero es «un tipo muy, muy listo». Ambos mandatarioa hablaron vía telefónica en febrero.
Revelo que en esa conversación le dejó claro a Jinping que Estados Unidos es un «sistema de valores» y que «mientras China siga violando los Derechos Humanos, vamos a seguir dejando claro que esto está pasando».
Las relaciones entre China y Estados Unidos han estado tensas, luego de que el gobierno de Biden emitiera medidas contra Pekín debido a las violaciones a los derechos humanos de la minoría uigur.
El diplomático de más alto rango del Partido Comunista chino amenazó con acciones firmes contra la injerencia de Estados Unidos. Y llamó a “abandonar la mentalidad de la Guerra Fría”, en una reunión con el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, en Alaska.
Al encuentro acudieron por parte estadounidense el secretario de Estado, Antony Blinken, y el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan; y por el lado chino, el responsable del Partido Comunista de China (PCCh) para Asuntos Exteriores, Yang Jiechi, y el jefe de la diplomacia, Wang Yi.
Por su parte, Blinken comenzó afirmando que Washington está tratando de repeler las prácticas chinas, porque “tener fuerza no es lo mismo que tener razón” y criticó a Pekín por adoptar acciones que “amenazan el orden (mundial) basado en normas, que mantiene la estabilidad global”.