La plantilla del Barcelona empezó los entrenamientos individuales tras 56 días de confinamiento y haber dado negativo en los test de coronavirus realizados el miércoles.
Los jugadores azulgranas se dieron cita en la Ciudad Deportiva Joan Gamper, a la que llegaron escalonadamente, ya cambiados y tampoco pasaron por el vestuario al terminar.
En dos turnos de hora y media, los jugadores se dividieron en tres campos de entrenamiento para tener espacio suficiente para trabajar.
Y lo hicieron manteniendo holgadamente la distancia interpersonal entre ellos, tal como marca el protocolo de La Liga, que fija un máximo de seis futbolistas coincidiendo en un mismo terreno de juego.